El serum que demuestra que menos es más.
Hace unas semanas, les hablé del Raw Espresso Face Scrub & Mask y hoy es el turno del serum. Ya les aviso, si aman el exfoliante, el serum no les va a defraudar.
¿Dónde reside su magia?
En la simpleza de su formulación y es que su INCI consta de tres activos fundamentales, por lo que es ideal hasta para las pieles más sensibles y reactivas (a no ser que tengas intolerancia a alguno de estos componentes).
- Glicerina: funciona como humectante y ayuda a retener la humedad de la piel evitando así su deshidratación, dejando la barrera de la piel perfectamente protegida.
- Ácido hialurónico: le aporta hidratación a la piel y retiene muy bien el agua ya que tiene la misma fórmula, la que se encuentra en el ambiente y la que tiene la piel en las capas superficiales.
- Extracto de semillas de café: el café no podía faltar en la formulación tratándose de Grums. Activa la micro circulación de la piel y hace que esta sea más receptiva. Además, hará que tu piel luzca más vital y bonita.
¿Cómo utilizarlo?
Tanto en tu rutina de día como de noche y siempre antes de la crema y/o aceites. La cantidad que vas a necesitar es mínima ya que es un producto que “crece” en la palma de la mano al trabajarlo. Esto también hará que dure mucho tiempo, el que yo tengo lo llevo usando nueve meses ¡¡y aún me queda para rato!!
Personalmente, no me puede faltar en el proceso de preparación de la piel antes de maquillar, y es que, por su propia capacidad de mantener la piel hidratada y humectada, hace que la base de maquillaje, las cuales en su mayoría están compuestas por ingredientes desecantes, no se cuartee, marcando las líneas de expresión y haciendo que la piel pierda frescura y naturalidad.
Este serum están tan incorporado en mi rutina que se ha convertido en uno de esos productos que no me pueden faltar, de hecho, como les comentaba, aun me queda para un tiempo y ya estoy pensando en su reposición. Sí, puede ser un problemita de ansia viva. Lo sé. Lo asumo. Pero así soy feliz.
Les mando un achuchón desde la distancia, bueno, como casi todos los achuchones de esta nueva normalidad de mierda.
